Por no escuchar

Hay veces en la vida en que debemos elegir entre dos caminos,y por cabezones y creernos mayores y listos,y por no escuchar la voz de quien nos advierte elegimos el camino equivocado y pagamos las consecuencias. Algunas veces todo tiene un final feliz, otras no tanto.
Esta historia que voy a contar gracias a Dios tuvo un final feliz,pero podría haber sido bien distinto.
Hace 21 años , un grupo de jóvenes de Calahorra, en la Rioja,se encontraba de excursión en Monterreal, un lugar hermoso,sobre todo para los amantes del senderismo por la montaña.Más que jóvenes era un grupo de adolescentes con un par de adultos. Era una excursión de un día nada más.El plan era subir hasta la cima para ver el refugio donde irían a dormir unas semanas más tarde.
El grupo dejó los coches al pie de la montaña y con buen humor y energía comenzó la ascensión.
En cabeza iban cuatro jovencitos. Se les había advertido que en cuanto llegaran al punto en que el camino se desviaba en dos, esperaran o bien tomaran el camino de la derecha que era el que nos llevaría a la cima.Ellos creyéndose más listos que el adulto que les advirtió,comenzaron a caminar deprisa ya que querían llegar antes que el resto arriba.Iban a comer poco antes de llegar a la cima pero ellos querían comer arriba, así que aceleraron y los perdieron de vista.Efectivamente llegaron al punto en que el camino se dividía en dos,pero ellos ni esperaron ni hicieron caso a la voz que antes les advirtió que debían seguir por la derecha.Pensando que podrían atajar,siguieron por la izquierda.
El resto del grupo seguía subiendo,se encontraron con un guardabosque qu bajaba y que les dio que no había visto a ningún grupo de chicos.Ahí sus compañeros de empezaron a precoupar.Decidieron seguir la ascensión,con una parada rápida para comer,más rápida de lo previsto y al fin llegaron arriba.
Pero poco pudieron disfrutar de las vistas, del refugio.Se dedicaron a llamar a gritos a los que creían adelantados.Al no obtener respuesta ni rastro de ellos decidieron bajar rápidamente a los coches.En el cruce de caminos vieron a una persona que les dijo que los chicos habían tomado el camino de la izquierda. Ya estaba anocheciendo.El grupo se movilizó, llamaron a la Guardia Civil y a los guardabosques. Dejaron a las chicas en los coches en la ladera con las luces encendidas y la orden de gritar los nombres de los que se habían perdido y tocar el claxon todo el rato.Los que creían que podrían atajar y no hicieron caso de las advertencias se habían perdido.Ya era noche, en una zona de alta montaña.Las chicas en el coche gritaron y gritaron, tocaron el claxon,pasando mucha angustia.Frente a ellas lo único que veían era oscuridad porque el bosque empezaba ahí mismo.No había nadie más alrededor ni cerca.Así pasó un tiempo que creyeron una eternidad hasta que apareció un coche de la Guardia Civil.Habían encontrado a los chicos y todos iban de camino donde estaban ellas para regresar a casal.Los habían encontrado en otra montaña, habían pasado todo el día vagando por una montaña que no era la que debían subir, pasaron miedo, hambre, angustia, se lastimaron.Todo por no haber hecho caso.
Esta historia es real,yo era una de las jovencitas que se quedaron solas en los coches.Y aprendimos lo importante que es escuchar a los demás cuando nos advierten de algo,lo importante de hacer buenas elecciones.Y sobre todo aprendimos lo grande y maravilloso que es Dios, porque ese día oramos como nunca antes habíamos orado para que nuestros amigos llegaran sanos y salvos, y Dios escuchó y contestó.Todos volvimos a casa.
Si estás ahora en un cruce de caminos y alguien ya te dijo cuál es el correcto,y ese alguien es más sabio que tú,deja a un lado tu ego y hazle caso.O si te han dicho que esperes, ten paciencia y espera.No por mucho madrugar amanece más temprano.Lo importante en esta vida no es llegar antes que nadie,lo importante es llegar a la meta.
Bendiciones.

P.D: semanas más tarde volvimos , ¡vaya que si!, pasamos todo un fin de semana hermoso.Acabamos saliendo de las habitaciones y durmiendo todos juntos en el salón alrededor de la chimenea. Y volvimos varias veces más,eso sí, esta vez nadie se perdió.